Nos desplazamos al suroeste de Francia, justo delante del Mar Cantábrico y nos encontramos con Biarritz, una de las principales localidades de la provincia histórica del País Vasco Francés de Labort. Sus playas hacen de la ciudad un centro turístico gracias al surf, dónde se encuentra uno de los puntos más importantes para su práctica.
Una vez allí nos dirigimos al «Halles de Biarritz», el mercado tradicional de la ciudad, y encontramos a «Les Saveurs de Margot», una carnicería especializada sobretodo en aves, pero con una gran variedad d platos preparados tradicionales del territorio y una gran variedad también de foies gras y magrets.
En cuanto a la distribución de los muebles tenemos que pensar que en un mercado hay libre circulación, es decir, no podemos crear un sentido de la circulación obligado como en una tienda dónde hay una entrada y una salida, con lo que tenemos que situarlo ordenadamente por familias y para un buen funcionamiento del personal que sirve el producto. Empezando por la izquierda situamos la Rôtisserie dónde se cocinan y se exponen los pollos y los otros platos preparados calientes o semicalientes. A continuación colocamos una vitrina para un producto más «take away», un producto para comer al momento. Al colocar ese producto en una vitrina diferente a la principal ya estamos diciendo al consumidor que ese producto se trata de manera diferente. La vitrina tradicional fabricada por Nakide.fr, una vitrina con una capacidad de 1,05m interior, con 3 niveles de exposición y con un sinfín de posibilidades de diseño y concepción para adaptarse a cada cliente y producto. Con una iluminación Led especial para alimentación, dónde se potencia el color del producto pero no se transforma. Por último llegamos a la caja de cobro y a una zona de corte de embutido, situada de cara al cliente para no perder el contacto visual con él, algo fundamental en la venta.
Para su diseño fue muy sencillo saber qué queríamos, tradicionalidad y cercanía del lugar ante todo, pero con ese aire joven que rodea las calles de Biarritz. La madera tono miel era un «imprescindible» para darle calor y artesanía al espacio, mezclando con una tecnología de excelencia de la vitrina de Nakide.fr, conseguimos esa mezcla que buscábamos. Aprovechamos para poner toques de color negro para dar ése toque de elegancia y sobriedad, creando una simetría entre la exposición del producto y las lámparas suspendidas. Para las estanterías traseras tuvimos que pensar muy bien cómo conseguir situar el máximo de producto en un espacio muy reducido sin parecer un colmado, y gracias al diseño de muchos cubos de diferentes medidas conseguimos muchísima capacidad, sólo tuvimos que bordear esas estanterías con un marco de color blanco para darle un toque de teatralización.
Por último, quisimos representar en todo el frontal del rótulo el grafismo que les acompaña desde hace tiempo en los packagings, un diseño que representa muy bien la zona donde residen y el producto que venden.