Este proyecto situado en Port D’Aro (Platja d’Aro), pedía calidez en sus colores y texturas, manteniendo la sobriedad y elegancia característica de sus huéspedes, exagerando formas minimalistas en cocina, el corazón de toda casa.
Microcementos en paredes que “ensucian” el blanco puro de los muebles y el Neolith blanco puro de los sobres de trabajo, combinados con una cerámica que imita el romper de las olas del mar en la costa Mediterránea (Peronda) y una zona de degustación en madera de roble natural, creando unos “bocados” desiguales en sus cantos para dar forma más natural y orgánica.
Tonos arena en paredes y cortinas de lino, textiles cálidos y elegantes. Maderas de roble natural se repiten en varias escenas para dar ese punto de artesano y natural.
Habitaciones con cabezales lacados creando lamas, recordando el estilo marinero, pero más elegante. Detalles de roble y madera natural, en repisas como mesitas de noche y el ventilador en techo. Detalles más modernos como el led del cabezal, regulable en función de la necesidad, y las lámparas de lectura mediante un flexo y luz muy puntual.