El diseño sigue un aire muy artesano gracias a la cerámica roja de las paredes, y el negro de las vitrinas y de la fachada le da la sofisticación del «savoir faire» de tantos años de experiencia. Quisimos situar en la entrada de la tienda, una gran foto del carnicero y futuro dueño del negocio que, elegante, potencia su profesionalidad.