Esta carnicería situada en los Alpes fue sin duda un proyecto a trabajar con mucho cariño desde el punto decorativo. Hablamos de una carnicería situada en un pueblo muy pequeño, con una clientela muy afianzada y con unas costumbres muy arraigadas pero a la vez con mucho turismo de todo tipo de personas gracias al esquí. Así que aquí teníamos que pensar en la gente más mayor del pueblo que compraba desde hacía años y con miedo al cambio, y en la gente de cualquier edad que viniera pasar un fin de semana y quisiera comprar producto de zona y de calidad.
Lo esencial era mantener el tipo de madera que había en esa zona para el revestimiento de paredes, techos y para la construcción de los muebles, y mezclarlo con colores cálidos pero más modernos. Otro truco fue la utilización de de cerámicas tipo hidráulicas que se utilizaban ya en antaño, pero con una forma mucho más juvenil y actual y con colores más modernos como el blanco y negro. Estas cerámicas las utilizamos en dos zonas: Una para delimitar una zona de la tienda que abarca toda la zona de presentación de conservas y la zona de degustación hasta subir por la pared de esa zona, y otra justo detrás de la vitrina tradicional, separando dos zonas de trabajo.
Gracias a la vitrina de la casa Nakide, pudimos adaptarnos al local y a sus columnas, permitiendo crear un sentido de circulación y haciendo la presentación del producto más elegante.