Con la misión de aumentar la rentabilidad de un negocio a través de la exposición del producto.
Entre Tours y Bourges nos encontramos con Selles-sur-Cher, dónde La Fromagerie Jacquin instaló una de sus tiendas: una quesería familiar con más de 60 años de experiencia fabricando quesos artesanalmente.
Optimizar el flujo de compra a través de la exposición de producto
Nos presentaron un local muy pequeño y sin ninguna pared a escuadra, se intuía un proyecto difícil de amueblar. Gracias a la versatilidad y adaptabilidad de las vitrinas de la casa Nakide, pudimos seguir el perímetro de la tienda sin problema, creando un servicio de proximidad con los compradores. De este modo el personal siempre puede estar a su lado escogiendo, cortando y preparando el queso. Además, situamos unos pilones de corte con ruedas delante de las vitrinas, para poder desplazarlos y situarlos dónde los necesitemos. Así, generamos un sentido de circulación para que los clientes vean todo el producto antes de llegar a la caja. De esta manera, justo al entrar empieza la exposición de quesos hasta llegar al fin dónde colocamos la vinoteca y mueble caja, de manera que antes de pagar, el cliente ha visto todo el producto que podemos ofrecer. Colocar la vinoteca y productos complementarios al lado de la caja es la mejor opción, ya que es el momento en el que el vendedor debe aconsejar y proponer esos productos en función de lo que el cliente haya escogido para poder ofrecer la mejor experiencia de compra posible.
Diseño personalizado enfocado a una mayor rentabilidad
En cuanto al diseño, las premisas eran mantener los 60 años de historia, pero dar un toque moderno y arriesgado. Así que trabajamos con una madera oscura, vivida, con betas y nudos, y la combinamos con dos papeles pintados de la misma serie, que por si solos ya decoraban sin necesidad de hacer ningún añadido. Estos papeles mezclan los tres colores más elegantes, negro, dorado y blanco, con formas geométricas que recuerdan a una joya. Para dar más aire artesano, quisimos colocar unas lámparas en acabado óxido verdoso, con cabezal en cobre y negro. Suelos de porcelánico, en acabado madera envejecida y un mármol negro Marquina para los sobres de trabajo, crean el contraste perfecto y otorgan una gran personalidad al espacio.